sábado, 24 de diciembre de 2011

Distancia.

Sin darme cuenta, ahí estaba… siguiendo a la mayoría y al pensamiento que muchos plantearon ante muchas de sus circunstancias u experiencias. Dijo Jake Long en “Amor a distancia” antes de romper con Drew Barrymore: “… Vernos cada tres meses no es una relación”. No se siente tan mal apoyarlo, aunque debería de sentirse diferente; Yo por mi parte debería diferir, dado que soy parte del grupo de personas que tienen relaciones a distancia, pero en cambio solo lo apoyo y me parece un pensamiento tan claro, conciso y acertado que me atemoriza pensar igual. La confusión siempre es mayor que la claridad y las dudas crean razones de donde no hay para desconfiar de quien nos brinda ser parte de su vida. Siendo claros, ¿Cómo somos capaces de enamorarnos de las fotos de un perfil de Facebook? ¿Cómo somos capaces de suspirar con cada tweet en Twitter? ¿Cómo una voz nos hace felices? Suelo pensar en que son simples caprichos, necedad plena. Pero sobretodo, la puesta en práctica de la conocida frase “No hay peor ciego que el que no quiere ver”. Encontraste a alguien que lo tiene todo, y para ti, supongo yo que es la única pero los kilómetros y la necesidad se hacen enormes. “Las ganas que me crea él/ella, otro que esté cerca las tiene que saciar”. ¿No te preocupa la infidelidad? Y te preocupa más lastimar a alguien. “Ojos que no ven, corazón que no siente” “Amor de lejos… amor de 3”. Nadie cree en la distancia, “por mucho amor que sientan, la distancia, siempre pero siempre, destruirá las relaciones”. Nadie cree en el amor, nadie cree en la fidelidad y mucho menos en un “para siempre” viéndose cada dos o tres meses. Ignorando el hecho de que cansa de una manera enorme, el tener que caer en cuenta de que quien quieres, quien necesitas, por quien mueres está lejos. Algunos de los días, deja de doler porque ocupamos la mente en otra cosa, pero luego recuerdo o recordamos la realidad, esa que tanto nos empeñamos en dejar a un lado, solo por no volver a llorar, solo por no reprochar la maldita separación. Para todos es igual, la necesidad te consume y es más fácil, hacerle el amor a la distancia que a tu presencia que está de a minutos y por una página web. Una voz y la imaginación nunca son suficientes, porque no es lo mismo poderte abrazar que decir “te mando abrazos”, ¿Cómo se manda un abrazo? ¡¿CÓMO DEMONIOS SE MANDA UN ABRAZO?! O Besos, o caricias, o cualquier cosa que de verdad, necesitas personalmente y no al final de un mensaje de texto. Le dedicas mil ochocientas canciones que hablen de la distancia para que se compadezca de ti y te consuele con un “pronto nos veremos”. Sí, comienzo a tener más certeza de que somos unos idiotas. “Te amo, pero no estoy enamorado/a” ¿y si eres más claro y dices que la distancia te ganó? Porque más fuerte son las ganas que un “Te amo”. Siempre seremos unos seres carnales y lo espiritual, la distancia me lo quitó.
Suele ser tan ridículo como nos empecinamos en lo mismo de siempre, una lloradorera todo el día porque estás lejos, hacer lo que sea por estar todo el día hablando de cualquier gafedad que se te venga a la mente y por sobre todas las cosas, buscar cualquier forma de viajar para verlo/la. ¿Cómo duermes sabiendo que está en una fiesta, haciendo yo no sé qué? Pues, que si están cerca quizás pase lo mismo, pero al menos sabes donde puedes ir a buscarla/lo para decirle sus cuatros cosas en la cara, en caso de que te sea infiel. Que a la larga, la fidelidad es solo un mito, porque estando cerca o lejos, se puede ser infiel. Claro está, que estando lejos es más fácil: no ves lo que hago por un mensaje de texto que te mande y en cualquier momento te puedo estar llenando de mentiras que no tienen otra salida que ser creíbles porque la verdad con claridad no llegará a ser sabida nunca.
“Las relaciones a distancia no funcionan” y creo que es un veredicto que debe ser aplicado en todo caso, ¡no tener relaciones a distancia!
Con todo el descaro del mundo, me atrevo a decir que la distancia, sí, arruina todo y le da paso a muchos sentimientos que nunca en tu vida, pensaste sentir. Me atrevo a decir que las relaciones a distancia no funcionan, por mayor que sea el esfuerzo y por todas las ganas que se le pongan, no funcionan y de eso me di cuenta, cuando preferí seguir viendo la TV antes que contestar un mensaje de texto de buenos días.
Ver la realidad no significa aceptarla o siquiera preocuparse por cambiarla, solo son pensamientos revueltos hablados en voz alta que si quieres puedes afrontar. 

1 comentario:

  1. Las relaciones a distancia tienen algo a su favor que los que tienen una relacion vamos-a-salir-este-fin-de-semana-hablamos-el-viernes-para-ver-que-hacemos creo que me debes entender. El beneficio de tener una relacion a distancia es que cuando ambas personas estan dispuestas a estar juntas se llega directo al corazon, se busca primero la esencia, se conoce mas la personalidad de cada persona, se tiene la oportunidad de profundizar y detallar hasta la diferencia entre lo tanto que llegas a amar a esa persona de un segundo a otro. Si, las relaciones a distancias son las mas reales, el amor es algo tan incorporeo e intangible, como el alma y la fuerza que puede unir dos personas entre dos estados hasta entre dos paises (como es este mi caso)
    Tanta centralizacion sobre la carne que es destruida por las ganas de amarse mas cuando nazca el alba por las orillas de tu ventana es inminente en una relacion a distancia. Una vez lei "Lo esencial es invisible para los ojos" y si, aun asi tengas a una persona tan cerca que pueda sentir tus suspiros o lejos pero siente tu respiracion cada vez que le roza la brisa, habra amor, cuando se siga creyendo en un ma;ana habra amor, cuando la fuerza pueda mas que los estragos habra amor, cuando el sosiego por la fascinacion hacia la persona que amas se sienta tan profundo como el latido de este corazon desesperado por quien amas, siempre que alguien quiere amar estara buscando y sera buscado, meintras querramos vivir dispuestos, habra amor.
    Jamas dejes tu relacion a distancia, deberias estar orgullosa de ello.

    Un placer,
    Erica.

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