miércoles, 21 de diciembre de 2011

Dream with me.

Es como un gran súper poder, ahora poder controlar lo que sueñas, con quien, cada cosa, cada olor y cada palabra. Una maquina de poder, esa que solo tú conoces porque en la realidad, en la sociedad que te ata, no existe, nunca existió y ese es el gran error que toda tu vida has cometido: creer que tienes el poder de controlar lo incontrolable, pero ¿por qué? La necesidad tienes tantos nombres que hasta has olvidado el tuyo y lloras, lloras a cada hora solo por olvidar cuán importante eres, para el mundo, para tu familia, para ti mismo. Es lo suficientemente tarde como para caer n el arrepentimiento común, porque no eres un humano más, eres una persona. ¿La diferencia? Un humano solo cumple funciones básicas y teniendo una infinidad de capacidades, las ignora y a su mismo tiempo ignora a los que le rodean, a lo que te espera afuera, a sus sueños, a todo tipo de sentimiento que pueda aflorar en su cuerpo, mientras que una persona es aquella que afronta la preocupación por su propia vista, porque le concierne, aunque al inicio no lo vea, siempre le preocupará todo en lo que por alguna u potra razón se vea metido. Una persona, ama, odia, humilla y sonríe por cada cosa buena que le pueda llegar a suceder o por las desgracias de todo aquel que sea de su desagrado. ¿Qué eres tú? “Puedo ignorar completamente mis sentimientos”, me dijeron una vez; Y solo le quise decir, “ignorar, puede llegar a ser un sentimiento también”, pero en vez de eso, callé… Como hacemos muchas veces, callar y hablo de manera general porque conozco más personas que humanos, siendo que no son solo una especie, son amigos, madres, padres, parejas y la felicidad de alguien. Te comportas de una manera en específico y ruegas con los ojos abiertos, queriendo ver como se cumple la magia, ese supuesto “ver para creer” que siempre termina con alguna canción que te hace llorar, en la punta de cama con muchas disculpas que dar, porque ya la fe está subestimada y cualquiera puede ser Dios. Eres y serás ese que siempre querrá saber que se siente extender sus brazos y elevarse del suelo, solo para volar sobre la ciudad, solo para ver cómo se siente la noche, las estrellas y el tiempo. Amas algo y lo dejas ir, ¿con la esperanza de que vuelva? Si quieres que vuelva, ¡para qué demonios lo dejaste ir! Error de principiante. Caminar con las manos a los lados, empuñadas y con mucha fuerza, ¿valentía? Válgame, muy en el fondo, grandes son las ganas de introducirlas en los bolsillos y soltarlas, porque tienes sensibilidad, pero más importante es el qué dirán; Maldito qué dirán, siempre arruinando libertades y esa anarquía que muchas veces por nuestros mismos límites es necesaria. Bailar con tu alma entre los brazos y balancear tu cuerpo al compás de la música, siempre que sientas felicidad. Piérdete en la mirada de tu aura, porque empieza la calma y termina los malos ratos; Cierras los ojos y recuerdas cada sonrisa que diste por placer, cada sonrisa que diste por satisfacción, cada sonrisa que diste por amor. Quizá solo debas soñar con la imaginación, sin querer controlar todo lo que pasa por esas ilusiones que te hacen despertar queriendo cambiar tu vida para siempre, por ese propósito en especial, eres tú y nadie más. “Besa despacio y sueña muy rápido solo para poder hacerlo realidad”. Es cierto que de sueños no se vive, pero nadie habló de vivir soñando o en su caso, de vivir con tus sueños... hechos realidad. La luz que tanto has buscado, la irradias tú mismo y de eso me di cuenta cuando desperté junto a la persona que quería, con una sonrisa de punta a punta, son sus brazos a mi alrededor y su mirada sobre mí, en ese momento supe que mi felicidad, esa felicidad había sido creada por mí, dejando afuera de mis pensamientos ese mundo al cual le hubiera gustado verme caer… Invencible ante ellos, ante los miedos y adversidades. Imponente sobre los prejuicios y dispuesta a cambiar el mundo, solo para que mis despertares a su lado, sigan teniendo el mismo sentido de armonía que siempre, solo para que cuando quieras gritar, alguien te oiga sin siquiera pensar en un “¿Por qué esto?.. ¿Por qué lo otro?”. Dispuesta a cambiar el mundo, por mí y por todos esos sueños que un día quise controlar, pero luego me di cuenta que es más chévere soñar sin límites ni precio. 

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