domingo, 10 de enero de 2016

Lo que siempre pensé y no dije.

Volver al pasado. 

Repetir mis malas decisiones, mi continua disposición.

Es ella.

Soy yo. 

Ser seducida por por sus caderas, sin evitar ruborizar mis mejillas. 

No lo nota.

No lo notará.

Es la indiferencia día tras día, cada desvelo de madrugada ahogada en lo que pudo ser y no salió de manera correcta porque el que nuestras manos encajasen no era suficiente.

Su vida construida en mi ausencia, con base en mis recuerdos. 

Son mis lágrimas cosechadas en frustración porque irremediablemente las espinas hacen las rosas más divinas, un dolor necesario. 

Eres lo que quise, mi obstáculo por preferencia y la obsesión de un poeta que emana anhelos calmados por tu presencia. 

Hoy te dejo ir, sabiendo que no querrás marcharte y al volver te esperare con los brazos cruzados...

Sólo si por casualidad deseas hacerme daño, no se haga realidad. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario