martes, 9 de junio de 2015

Ley de gravedad.

Que aferrarme a tu cuerpo es la sensación más celestial que existe.

Que aún cuando no estás, sigues estando porque no permito que por una sola
fracción de segundo, tus recuerdos salgan de mis poros, dejando mi piel
completamente abandonada.

Eres más que gravedad, es que por temor a desgastar he decidido distribuirla
a lo largo de las cosas que me encantan de ti, que en resumidas cuentas es una
distribución además de infinita, placentera.

Es cubrir la demanda que exige la gravedad con besos y gemidos
Es regalarte mi alma con cada suspiro
Es ser tuya en la distancia y la presencia.

Musa de musas.

Hoy confieso sentirme tan atraída a ti que bien podría rasgarte la piel
Y habitarla contigo, siendo una sola unidad
Una molécula de un gran organismo al que llamaremos vida.
Gozaremos de los pequeños placeres
Los grandes domingos
Y un estupendo amor.


Con los pies puestos en la Tierra y volando cada que quiera.
Volviéndolo algo típico de esto
De tú y yo.

De llevarle la contraria a la gravedad.

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