domingo, 28 de junio de 2015

"He logrado llegar a extrañar todo.
Extraño odiarle tanto que quizás por eso le amo.
Extraño oír sus promesas sin sentido,
Su olor a cigarro,
Sus besos antes de tragar la comida
Y cada mañana en la que me regaló los mejores amaneceres que existirán jamás,
En un cielo pintado por sus dedos, bailarines del azar,
Coloreando áreas idóneas para profesar el amor
Y luego negar su existencia.
Extraño llorarle a su ausencia en su presencia,
Mientras estoy dominada por el miedo y la inseguridad de perderle por mis desaciertos.
Y juré que nunca más sería la amante de la distancia
Pero que divino se siente encontrarse rendida a sus pies.
Extraño sentir la arena entre mis dedos,
Ver las palmeras seguir el compás de la brisa de la tarde
Y al igual que ella, verla molestarse por tocar la tecla incorrecta del piano.
Se convirtió en mi mejor canción,
Esa que anima las fiestas del alma
Y suena a la perfección en la ducha.
Extraño su voz diciéndome cosas hermosas,
Exhalando gemidos inteligibles como el cantar de las sirenas
Y sin embargo, acá estoy yo,
Entendiendo como es que no puede decidirse si ama más mis cosas que tenerme en cualquier posición.
Ha volteado mi mundo, 
Haciendo que me concentre en metas nunca antes propuestas. 
Extraño sentirme una adulta a su lado, 
Donde la madurez aflora en la toma de decisiones de cualquier tipo.
Extraño su cabello acariciando mis pezones con delicadeza al no hacer nada más que sentirnos. 
Gracias por enamorarme cada día, cada noche, cada segundo. 
Por dejarme ganar en su juego favorito, por tocar música hermosa.
Gracias por esa sonrisa y el entusiasmo. 
Gracias por creer en el amor, cuando yo, después de tanto sigo haciéndolo. 
Ahora figura emprender este viaje
Y no hubiese elegido a otra persona para hacerlo. 
A veces eres la indicada, 
Otras tantas también". 

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