jueves, 22 de marzo de 2012

She.

Me enamoré… Sí, me enamoré de nuestra amistad y de todo lo que un “te amo, amiga” oculta o da a conocer.
Cosas… Sí, cosas que sólo ella entiende; A mí, por ejemplo y todo eso que siento cuando al hablar, una culmina la frase de la otra.
Ella… Sí, ella tan graciosa y sincera. Pareciera que todo conspirara para que creyeran que “eres extraña” suene raro. Que importa lo demás, así dijo y así mismo lo cumplió.
Yo… Sí, yo y mis ganas de que siempre sonría, de que la vida sea más bonita de lo que Jorge Celedon explica en su canción.
Mi amiga y ese gran adjetivo posesivo al inicio… Mía.
Hay tantos tipos de amistad, de los cuales si no la conoces a ella, te faltan unos cuantos. No es decir que con esto lleguemos a confundir una amistad con cualquier otra cosa, porque si bien es amor del bueno, puede ser razón de celos; Celos hacía los que nos rodean, desconfianza para los que “tal pim pum pam que fla” y sobretodo, celos entre nosotras.
Se me olvidó cómo la conocí, porque siento sinceramente que esto viene desde toda mi vida aunque mi realidad me cachetee diciendo que no es así. Ella no creía que soy capaz de darle mi vida, y suena tonto, y suena como si le regaláramos la vida a personas equivocadas todo el tiempo pero las dudas se basan en los miedos, y esto es inversamente proporcional según entendí en física. Por lo tanto, para enfrentar mis miedos y aclarar mis dudas, le doy todo de mí. ¿Miedo de qué? ¿Aún es incógnita? Miedo a que me falle, miedo a que algún día ya yo no sea quien no la deje mal, que no sea su amiga o miedo… Miedo a que todo cambie y de manera sorpresiva, ella para mi sea una completa desconocida, ese miedo, esas dudas, nosotras.
Le dije la verdad, muchas verdades y tan poco tiempo para asimilarlas, entendió perfectamente dando un vuelco inesperado a todo el asunto, a mí día a día, a mis estudios, a mi.
Gracias, creo que nunca lo dije y hasta ahora no creo ser capaz de decirlo… Siento cómo que un gracias  es el principio de un fin, así como que le comience a gustar la salsa de tomate encima de su pollo o que ya no se ría de un: - Six. - ¡SIETE, SIETE, SIETE! De esas cosas… Esas cosas que sólo ella entiende.
“Que me haga añuñu’s no, que me enamoro” y así tal cual sucede con los que están tristes y cerca de ella, LLEVA PAPÁ QUE LLEGÓ LA HORA DE LOS BESITOS EN LA FRENTE.
La amo y eso se queda corto, al punto en el que aún estando aquí sentada con el gran nudo en la garganta y las lagrimas a la punta de un abrazo, la extraño.  
Son cosas de cosas, son palabras de palabras, es amor de… de tú y yo, porque somos solo tú y yo en la barra de los verdes, cuando le cuervo trata de matarnos, cuando las mentiras son estilo “Ella está hospitalizada”.
Nunca estuvo de más necesitarla para cuando estuviera volver a reír. Llena de dudas por esas lagrimas que tan predispuestas están para cuando despertar no sea lo mismo sin su sonrisa, sin sus locuras, sin ella… Puedo decir que no estaba en mis planes conocerla, saber que los puntos cardinales se alinean cada vez que lloro y está ahí para consolarme. Vaya, ahora que lo noto… Es mi hombro fijo, quien sé que me entiende, porque si me entiende. A veces, muchos pueden juzgar a los demás por su apariencia o por cómo actúan, sin darse cuenta que todo eso trae unos actos que el pasado no ha pisado, porque lo haré yo… lo haremos nosotras; Solo para asegurarnos de que esta amistad siempre esté llena de cosas buenas, aventuras y los mejores recuerdos que alguien me haya podido dar, que alguien te haya querido dar. Siempre me ha llenado de orgullo poder decir que mis amigas están tipo explotadas de buena, pero ahora más que eso, más que orgullo, es alguna clase de satisfacción decir: “¡Amiga, estás rica!”, sin que me mire feo o que simplemente ponga una barrera por miedo a un qué sé yo.
Prometo protegerte, prometo que si algún día me llegara a convertir en la quinta fantástica te llevaría conmigo, porque créeme, con nadie más que tú, me gustaría vivir esa experiencia, todas mis experiencias y mi única verdad: Tú. Meterme a clases de karate por si a las moscas, los tipos con su gran panza de cerveceros llenas de vellos se quieren propasar contigo, porque bueno, “el que se mete con ella, se mete conmigo” y sabes de lo que hablo. –Inserte aquí punto y coma ft. Paréntesis-
Salud por las rascas con 3 cervezas, salud por el día en que te conocí, salud porque no me arrepiento bebé, de nada, de nada de lo que hemos pasado, ni pasaremos.
Gracias… Gracias por tanto amor.
Gracias… Gracias Dios, por ella.
Gracias… Gabriela.
No es el fin... Te amo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario